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El otoño ya ha comenzado: hay que dormir con un par de mantas, guardar las sandalias y victorias, buscar las chaquetas y asomarse a la calle para ver los colores de los árboles.
Es interesante ver cómo en una semana cambia el paisaje y pasamos de ver los árboles verdes a ver las aceras y muros rojos y marrones.
Este año hemos conseguido que el pequeño granado de la terraza nos dé unas cuantas granadas, y así de hermosas lucen:
Los otoños traen novedades como la vuelta a clase, nuevos proyectos de trabajo y promesas del verano, pero esta vez ha llegado tristón y con las ideas para la primavera un poco confusas.
Mis horóscopos están convencidos de que va a ir todo muy bien estos días ¿y por qué no me lo creo?
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