Dicen que la mejor manera de llegar a la felicidad es apreciando los pequeños momentos de la vida. No estoy segura de cuáles son esos, pero hoy empiezo una etiqueta llamada 'Pequeñas cosas' que al menos una vez al mes publicaré y será sobre esos momentos.
Empecemos con esta fotografía de la lluvia en las ramas del árbol del jardín, movidas por el aire en este desapacible día de invierno.
Algo que ha puesto una bonita nota de color -aunque en blanco y negro- a este 2012 que acaba de comenzar es una película de fuera de este tiempo.
Una de las mejores escenas
Podría comentar aquí cómo choca al principio no escuchar sus palabras, que la música ocupe toda la sala del cine y que haya que prestar más atención a los actores. No sentí ese traslado a 'otra época', como si estuviera en 1927 y creo que es porque faltaba el rumor del proyector... qué tontería... Preferiría que, visitante que lees el blog, vayas a ver la película y luego hablemos de ellal. Dejo unas preguntas que me he planteado pero no tengo aún respuesta.
¿Por qué en ese momento sólo gustaron las películas habladas y ahora de pronto estamos encantados con esta? ¿Es por el cambio? ¿Por ser una novedad en 1927 y en 2012?
