Microcuento XIX

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Hoy, un  microcuento de Yolanda Vanguld

Primero la ducha, luego sólo la cortina que me separa de la lluvia.
Los tonos de verde del árbol compiten por ser los más brillantes.



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Tres días de vacaciones

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Si tuvieras tres días de vacaciones enteramente para ti sola, ¿qué harías?

- Visitar un museo o exposición.
- Ir a un spa urbano, para una o dos sesiones.
- Hacer un curso de algo.
- Empezar a leer, o incluso a escribir, una gran novela.
- Pasar una mañana en la piscina, aunque sea la pública.
- Hacer una o varias sesiones de yoga.
- Ir de compras.
- Ir a un nuevo bar-café-restaurante.
- Ir al teatro-cine-espectáculo.
- Ir a una cafebrería.

¿Más sugerencias?



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Microcuento XVIII

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Hoy, un microcuento de Yolanda Vanguld.


"Pues que lo quiten. Para lo que sirve, que lo quiten todo.
  Políticos, bancos, profesores, artículos, órganos."



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Pequeñas cosas

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Después de llover con furia el cielo está oscuro, gris brillante, donde destacan dos arcoiris y un globo perdido.

Las hojas del árbol reflejan el sol que asoma desde detrás de la casa.




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Baños VIII

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Marta, que siempre está muy pendiente de todo lo que ve, me ha mandado esta foto de un 'váter en lo más remoto de la montaña', directo desde Canadá.
Es cierto que hacía mucho que no ponía ninguna foto de baños, y con ésta vuelvo a retomar la sección.
Habrá que ir a hacer una visita a este lugar, Marta...




Actualizo con dos fotos de Mar procedentes de China.
Hala, qué internacional está hoy el blog...






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Microcuento XVII

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Hoy,un microcuento de Yolanda Vanguld.


Sentada en la ducha, sonaba la radio a James Taylor, y las lágrimas caían hasta su toalla.
En su cabeza sólo había una palabra que ocupaba todo el espacio: useless, useless, useless, useless, useless...




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Pequeñas cosas: fresas

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Antes de que se acabe este día de bisiesto, 29 de febrero, quiero añadir una nueva foto a Pequeñas Cosas.
Y así son: las fresas son pequeñas pero por su dulzura, su punto ácido y su color hacen que sean lo mejor del final del invierno...






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Microcuento XVI

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Hoy, un microcuento de Yolanda Vanguld.


Ellas desaparecían en la cocina, y nosotros nos besábamos.
Su 'mamma a la italiana' apareció, saludó y dejó claro: 'haced lo que queráis pero que esto no continue'.
La señora Conciencia había hablado.



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Fiesta Indiana Jones

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Este año no me han dejado no celebrar mi cumpleaños. El viernes pasado me llegó una invitación que no pude rechazar.




El sábado fue muy divertido liar y confundir a Angela para sonsacarla algo de información sobre mi fiesta sorpresa con invitación. Yo sólo quería saber cuánta gente iba para preparar una cosilla... no necesitaba más información.
El domingo, ya contrarreloj por culpa de esa cosilla, recogí a Manu, Juan y Eva y nos encaminamos al Templo "Bendito" de Torrejón. Sobrevivimos al viento helado y subimos para "La última cruzada del arca de cristal".
Y allí me esperaban un montón de Indys, vestidos de época para la ocasión.






La cena incluyó una sopita de ojos, gusanitos que se deslizaban por el mantel, además de una quiche, ensalada, cruasanes, empanadillas y crema de gorgonzola y mascarpone.
Después continuamos con un Indy-Quizz y un Pasapalabra, para terminar con tarta de limón y bizcocho de chocolate y nueces.




Eso sí, a cambio de la fiesta los Indiana Jones se llevaron unos trocitos de brouni recién hecho.




Mil gracias a todos por organizarme una fiesta, por el regalo y sobre todo por estar ahí.




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Blues

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How blue can you get pregunta esta canción y a partir de ahora sólo se pondrá azul mi pelo, empezaré los treinta azul pero no blue.

Pequeñas cosas

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Dicen que la mejor manera de llegar a la felicidad es apreciando los pequeños momentos de la vida. No estoy segura de cuáles son esos, pero hoy empiezo una etiqueta llamada 'Pequeñas cosas' que al menos una vez al mes publicaré y será sobre esos momentos.

Empecemos con esta fotografía de la lluvia en las ramas del árbol del jardín, movidas por el aire en este desapacible día de invierno.

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The Artist

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Algo que ha puesto una bonita nota de color -aunque en blanco y negro- a este 2012 que acaba de comenzar es una película de fuera de este tiempo.

Una de las mejores escenas


Podría comentar aquí cómo choca al principio no escuchar sus palabras, que la música ocupe toda la sala del cine y que haya que prestar más atención a los actores. No sentí ese traslado a 'otra época', como si estuviera en 1927 y creo que es porque faltaba el rumor del proyector... qué tontería...
Preferiría que, visitante que lees el blog, vayas a ver la película y luego hablemos de ellal. Dejo unas preguntas que me he planteado pero no tengo aún respuesta.

¿Por qué en ese momento sólo gustaron las películas habladas y ahora de pronto estamos encantados con esta? ¿Es por el cambio? ¿Por ser una novedad en 1927 y en 2012?







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