Una vez cada dieciocho años aproximadamente la Tierra y la Luna se encuentran bien cerquita, y la Luna quiere hacer valer toda su belleza en su amanecer: sale de detrás de la Tierra toda brillante, como esa 'bola color de azafrán' que la llamó Cyrano.
Y esta noche nos acompañó por Madrid hasta parecer un hueco en el Cielo Oscuro desde el que poder saltar a otro lugar.
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1 comentario:
¡Espectacular!
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